El Panel Internacional de Expertos sobre Sistemas Alimentarios Sostenibles (IPES FOOD) ha publicado hoy un nuevo informe, titulado: «De la Uniformidad a la Diversidad: Un Cambio de Paradigma de la Agricultura Industrial a los Sistemas Agroecológicos Diversificados».
El informe completo y el resumen ejecutivo pueden leerse en inglés pero el Panel ha presentado también los puntos claves a los que llega el informe en castellano:
• Los sistemas agrícolas y alimentarios actuales han conseguido suministrar grandes volúmenes de alimentos a los mercados mundiales; sin embargo, están generando resultados negativos en varios frentes: la extendida degradación de la tierra, el agua y los ecosistemas, las altas emisiones de gases de efecto invernadero, la pérdida de biodiversidad, la persistencia del hambre y deficiencias en la ingesta de micronutrientes junto al rápido aumento de la obesidad y las enfermedades relacionadas con la dieta, además de perturbaciones en la generación de medios de subsistencia de agricultores de todo el mundo.
• Muchos de estos problemas están vinculados específicamente a la ‘agricultura industrial’: monocultivos intensivos en insumos y corrales de engorde a escala industrial que ahora dominan los paisajes agrícolas. La uniformidad en el núcleo de estos siste mas, y su dependencia de fertilizantes químicos, pesticidas y el uso preventivo de antibióticos, conduce sistemáticamente a resultados negativos y propicia la persistente vulnerabilidad del sistema.
• La agricultura industrial y ‘los sistemas alimentarios industriales’ que se han desarrollado a su alrededor, se han instaurado debido a una serie de círculos viciosos. Por ejemplo, la forma en que los sistemas alimentarios están estructurados actualmente permiten la acumulación de valor solo a un número limita do de actores, lo que refuerza su poder económico y político, y por lo tanto su capacidad de influir en la gobernabilidad de los sistemas alimentarios.
• Rediseñar prácticas puede mejorar algunos de los resultados específicos de la agricultura industrial, pero no proporcionará soluciones a largo plazo a los múltiples problemas que genera.
• Lo que se requiere es un modelo de agricultura fundamentalmente diferente basado en la diversificación de las granjas y paisajes agrícolas, la sustitución de insumos qu ímicos, la optimización de la biodiversidad y la estimulación de las interacciones entre diferentes especies como parte de las estrategias holísticas para preservar la fertilidad a largo plazo, así como ecosistemas agrícolas sanos y seguridad en medios de subsistencia, es decir, ‘los sistemas agroecológicos diversificados’.
• Existe una creciente evidencia de que estos sistemas mantienen el carbono en el suelo, favorecen la biodiversidad, restituyen la fertilidad del suelo y mantienen el rendimiento de las cosechas a través del tiempo, proporcionando una base segura para los medios de subsistencia agrícola.
• Los datos muestran que estos sistemas pueden competir con la agricultura industrial en términos de producción total, demostrando un desempeño particula rmente eficiente en circunstancias de estrés ambiental y generando incrementos de producción en zonas que, con urgencia, requieren alimentos adicionales. Los sistemas agroecológicos diversificados también pueden sentar las bases para la diversificación de dietas y mejoramientos en salud.
• El cambio ya está ocurriendo. Los sistemas alimentarios industriales están siendo cuestionados en múltiples frentes , desde nuevas formas de cooperación y de creación de conocimiento hasta el desarrollo de nuevas relaciones de mercado que eluden los circuitos comerciales convencionales.
• Los incentivos políticos tendrán que desplazarse a fin de que estas alternativas emerjan más allá de los márgenes. Una serie de pasos modestos pueden cambiar colectivamente las prioridades en los sistemas alimentarios.