Irene Cambra, investigadora de la Càtedra de Bioètica de la UVic-UCC

Big Little Lies es una serie estadounidense basada en la novela del mismo nombre de la escritora australiana Liane Moriarty. Estrenada en febrero de 2017 en la plataforma HBO cuenta la historia de tres mujeres, Celeste, Jane y Madeline, que viven en una pequeña población de clase media alta en la ciudad de Monterrey (California) pero tienen situaciones personales muy distintas. A raíz de distintos hechos, las tres establecen unos lazos de relación muy fuertes y acaban convirtiéndose en aliadas en una comunidad donde nada es lo que parece.

De hecho, el slogan de Big Little Lies es la sugerente frase de “Una vida perfecta es una mentira perfecta”, puesto que los paisajes, las protagonistas y sus familias parecen, a priori, perfectos. Sin embargo, y a medida que la historia va desarrollándose, nos damos cuenta que nada es así debajo de la superficie. Calificada como “una serie feminista sobre mujeres actuales”, la producción está encabezada por Reese Witherspoon, Nicole Kidman y Laura Dern y ha sido merecedora de cuatro Globos de Oro y ocho premios Emmy.

La serie quiere hacer un discurso de ruptura del rol tradicional asignado a las mujeres en la sociedad. Sin embargo, al mismo tiempo reproduce estereotipos de belleza y de los modos tradicionales de representar a las mujeres. En Big Little Lies los personajes femeninos se asocian a la maternidad y la familia, a la postergación de los proyectos propios, a la pasividad e incluso a la subordinación al hombre, que llega al punto de la violencia física en una de las parejas representadas en la serie.

 

 

En relación con la violencia de género, existe un mayor grado de acuerdo entre aquello que se pretende comunicar en la intencionalidad del guion de la serie y lo que efectivamente se muestra. Es importante mencionar cuán valioso es que un audiovisual actual incluya esta temática en su trama, y que lo haga con la complejidad que tiene el tema, representando la ambivalencia del vínculo y la oposición amor-agresión. En conclusión, se entiende que en tanto las series se constituyen como elementos que representan la subjetividad de una época, en Big Little Lies se ve plasmada la tensión existente en el momento actual de cambio y movilización social en relación con el feminismo en todo el mundo.

Big Little Lies se convirtió en foco de interés del proyecto de investigación “Pensar en el cine”, de la Universidad de Buenos Aires (2018-2019), que se propuso el estudio cualitativo del cine y las series televisivas entendiéndolos como productores de significados morales, estéticos y narrativos propios de una época. En ese contexto, la investigadora Irene Cambra-Badii, miembro de la Cátedra de Bioética de la UVic-UCC, analizó esta serie partir de la teoría de las representaciones sociales y desde una perspectiva de género.