Jornada sobre Economía Feminista: acción institucional y luchas sociales

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[:es]El pasado 6 de abril tuvo lugar en el MACBA de Barcelona una jornada sobre economía feminista en la que se combinaron ponencias y mesas redondas que abordaron acción institucional y luchas sociales en materia de género. En las siguientes líneas, compartimos una crónica resumen de la ponencia inaugural de la mañana y de la mesa sobre economía de los cuidados de la tarde.

Tras la inauguración institucional, la ponencia inaugural sobre ‘Género y políticas de la crisis económica en Europa’ corrió a cargo de Johanna Kantola (Universidad de Helsinki). Kantola articuló su intervención alrededor de la presentación de su último libro,  titulado Gender and the economic crisis in Europe. Politics, institutions and intersectionality (ed. Palgrave, 2017), en coautoría con Emanuela Lombardo (Universidad Complutense de Madrid). El libro analiza, por una parte, las consecuencias que los cambios institucionales de toma de decisiones derivados de la crisis han tenido en términos de política de igualdad de género, tanto a nivel europeo como acotando a los estados miembro, así como recoge experiencias de lucha y resistencia contra las políticas conservadoras, racistas y neoliberales actualmente en auge en Europa. En particular el libro se plantea tres preguntas: 1) cómo han cambiado las instituciones y políticas de la UE durante la crisis, y con qué consecuencias para la igualdad y la política de género, 2) cómo las políticas, instituciones, regímenes y debates de género se europeízan en los estados miembro en tiempos de crisis, y 3) cuál es el rol de la interseccionalidad y el género en las luchas anti-austeridad de la sociedad civil.

Respecto a los cambios institucionales y políticos a nivel europeo, durante la ponencia se esbozaron algunas respuestas:

– Las políticas de austeridad tienen un claro impacto de género: afectan en particular a las mujeres y las minorías.

– Los documentos de gobernanza macroeconómica de la UE utilizan un lenguaje que muestra el incremento del control y las sanciones, su naturaleza no democrática (y en consecuencia la dificultad de intervención, por ejemplo incorporando conocimientos de género) y la restricción del rol de los gobiernos.

– No existen objetivos de igualdad de género, esto es, hay una falta generalizada de gender mainstreaming en las instituciones y políticas europeas.

– Existe una tendencia generalizada al estancamiento de las políticas de género: no se generan directivas ni se asigna presupuesto.

– Dentro de la Comisión Europea se han dado cambios en la toma de decisiones políticas sobre género: se asigna una nueva prioridad al modelo de derechos (a modo de ejemplo, si bien antes estaban asociadas a la DG de Empleo y derechos sociales, ahora la política de género se enmarca en la DG de Justicia). Probablemente en un contexto en el que se necesitan medidas proactivas, quizás en enfoque de derechos no sea suficiente.

– Las desigualdades existentes disparan la pregunta sobre ‘¿crisis para quién?’: desde la perspectiva interseccional se reivindica que en el contexto de crisis quizás estamos priorizando determinados colectivos e ignorando la situación de permanente precarización (crisis) en la que se encuentra colectivos vulnerables, en particular determinados perfiles de mujeres.

Respecto a la europeización de la igualdad de género, se compartieron algunas reflexiones:

– El impacto de la ley es diferente en cada estado miembro, por la naturaleza diferenciada de la UE. De este modo, existen tanto dinámicas de convergencia como de divergencia en términos de impacto de las políticas europeas en los estados miembro.

– Además, este impacto es dependiente de los regímenes de género nacionales. En este sentido, en el libro se discuten los casos de países particulares: España, Portugal, Reino Unido, Irlanda, Polonia y Finlandia. Los casos ilustran impactos diversos, como la crisis de la vivienda y de los servicios públicos y la desregulación del mercado laboral, así como tendencias regresivas en términos de interacción de las políticas europeas anti-crisis con otros proyectos políticos, en particular el conservadurismo, el neoliberalismo y el racismo.

– Existe una falta generalizada de debate democrático.

Respecto al género y las luchas interseccionales, éstas fueron algunas de las ideas compartidas:

– En esta relación existen tanto tensiones como oportunidades. Por una parte el feminismo corre el riesgo de legitimar la agenda neoliberal mediante las crecientes formas de “feminismo de gobernanza de la crisis”, centradas en el mercado. Por otra, la lucha interseccional puede reforzar los movimientos feministas.

– Existe una falta de expertise económica entre los actores feministas de algunos estados miembro y de la UE, de modo que existe un muro entre el lenguaje feminista y los discursos de la austeridad.

– Se está dando un debilitamiento del ‘triángulo de terciopelo’ a nivel europeo en términos de la alianza feminista estratégica entre académicas y políticas.

– Las luchas de las mujeres de las minorías se han hecho más difíciles e invisibles, por diversas razones: las discusiones sobre los efectos de la crisis priorizan las experiencias mayoritarias, estas luchas desafían el ‘excepcionalismo’ de la crisis (una posición social precaria es normal para las mujeres de las minorías) y hay un incremento del racismo manifiesto.

– Finalmente, en un contexto de populismos de izquierda y de derecha, hay que preguntarse cuál es el rol de la igualdad de género y la interseccionalidad.

La ponencia concluyó abordando el ejemplo de Finlandia, país duramente golpeado por la crisis y que ha sufrido en 2015 y 2016 la aplicación de medidas de austeridad ligadas a la privatización de servicios públicos como la sanidad. En este contexto, además, se está construyendo un ‘triángulo de hierro’ interrelacionando neoliberalismo, conservadurismo y nacionalismo, todos ellos proyectos políticos claramente antagónicos a las luchas feministas.

La última mesa de la jornada se centró en la economía de los cuidados y estuvo moderada por Sandra Ezquerra, directora de la Cátedra UNESCO Dones, Desenvolupament i Cultures de la Universidad de Vic-Universidad Central de Catalunya. Como ponentes, además de la propia Sandra Ezquerra, participaron Laura Pérez, concejal de Feminismos y LGTBI en el Ayuntamiento de Barcelona; Norma Falconi, activista y miembro de la Asociación Sindihogar/Sindillar; Javier Barbero, concejal de Salud, Seguridad y Emergencias en el Ayuntamiento de Madrid; y Ana Carolina Elías Espinosa, presidenta de la Asociación SEDOAC, Servicio Doméstico Activo.

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Antes de dar la palabra a sus compañeras de mesa, Sandra Ezquerra elaboró un breve marco introductorio sobre economía de los cuidados, centrado en tres ideas. En primer lugar remarcó que, a diferencia de las mesas anteriores, centradas en introducir la perspectiva de género en distintos ámbitos de la vida económica que ya se reconoce como economía, al hablar de economía de los cuidados el reto principal es el de convencer a la gente de que los cuidados también son economía. Partiendo de esta base diferencial, ante el sesgo mercantil de las miradas económicas tradicionales, desde la economía feminista se denuncia que la actividad económica se focalice en el trabajo productivo remunerado y mercantil, tradicionalmente considerado masculino. Así, en segundo lugar, la economía de los cuidados reivindica lo no remunerado, lo no mercantil, desde una mirada más amplia y profunda de la actividad económica. Finalmente, la economía feminista reivindica la vulnerabilidad y la interdependencia, no como situaciones a evitar, sino como inherentes a la vida humana, remarcando la centralidad de los cuidados para la reproducción social y, por ende, económica.

Ezquerra destacó dos premisas de partida de la economía feminista crítica. La primera, que la relación entre esfera productiva y reproductiva es dinámica y dialéctica, y ello tiene dos consecuencias políticas. Por una parte, que deben abordarse conjunta y coherentemente. Por otra, que esta interrelación no es atemporal ni universal, sino históricamente específica, y en consecuencia no es inevitable. En este sentido de la no-inevitabilidad Ezquerra apuntó que a pesar de lo reaccionario de la crisis (en relación al escenario descrito en la ponencia inaugural) hay espacio y capacidad para propuestas que vayan en dirección contraria, aplicando esta doble mirada productiva y reproductiva. Efectivamente, y como segunda premisa, el trabajo de diagnóstico y análisis que viene haciendo la economía feminista, enriquecido desde otras disciplinas, se ha profundizado con la crisis, con nuevos datos y teorías. Sin embargo, ahora toca pasar del análisis a la propuesta y elaborar de forma colectiva desde la economía de los cuidados una agenda política que permita actuar en clave propositiva y de transformación de la organización social del cuidado, centrada en la visibilización de la economía invisible, la denuncia de las múltiples desigualdades que atraviesan la organización de los cuidados, la reivindicación de la corresponsabilidad de los hombres y la sociedad en general, y la construcción de alianzas asociadas a distintos niveles competenciales.

La construcción de esta agenda política de transformación social de los cuidados articuló a continuación las distintas intervenciones, desde diferentes puntos de vista y lugares, esto es, desde la calle y los movimientos sociales y las entidades (Norma Falconi, Ana Carolina Elías Espinoza) y desde las instituciones (Javier Barbero y Laura Pérez). Esta diversidad de perspectivas y espacios de acción e intervención plantea retos y dificultades, pero también tiene mucho potencial.

El primer turno de palabra fue para Laura Pérez, que habló del proceso de reflexión y debate en el que está inmerso el Ayuntamiento de Barcelona alrededor de la economía de los cuidados, en el contexto de la dificultad existente dentro del consistorio para apropiarse de los cuidados a la interna del ámbito económico. Como reto de la mesa, rescató el de una nueva organización social de los cuidados desde un enfoque transformador, esto es, de manera equitativa y basándose en valores y derechos democráticos (tanto de las personas cuidadas como de las proveedoras de cuidados). Desde este marco, Pérez señaló los dos objetivos principales que el equipo de gobierno municipal tienen en materia de cuidados. El primero es reconocer el cuidado como actividad central de la vida socioeconómica de la ciudad. El segundo, promover la corresponsabilidad de todos los actores sociales con un papel a la hora de garantizar un cuidado digno y de calidad. Ello se tiene que hacer desde otra mirada, transversal, que cruce todas las medidas de gobierno en la dirección de reducir las desigualdades sociales y de género que caracterizan la provisión y percepción de cuidados.  A nivel municipal, estos objetivos se concretan en varias medidas. Por una parte, en la visibilización de los cuidados: de su naturaleza, dimensión y papel. Para ello Pérez anunció una serie de acciones a iniciar en mayo de 2017 encaradas a iniciar este debate social. Entre estas acciones, campañas de comunicación, de trabajo con las escuelas y de elaboración de indicadores y encuestas para contabilizar los cuidados. Por otra parte, medidas encaminadas a reconocer el cuidado, a darle valor y acompañar a aquellas personas, mayoritariamente mujeres, que lo están proveyendo, desde una perspectiva de corresponsabilidad pública para mejorar los servicios y crear otros nuevos. En este segundo bloque de medidas, señaló la importancia de abordar los convenios, de modificar la legislación, la Ley de Extranjería, el régimen de las internas, etc. Una serie de medidas normativas que, en todo caso, van más allá del reconocimiento para poder concretar acciones. Asimismo, enfatizó la necesidad de lanzar mensajes a la empresa privada y señaló la importancia de la dimensión comunitaria y la de tener una presencia pública en las esferas de cuidados más allá de la pequeña infancia con, por ejemplo, programas de acompañamiento a las personas mayores. Finalmente, anunció la publicación en mayo de 2017 de un diagnóstico de la situación de los cuidados en Barcelona, elaborado con el fin de dar centralidad a su dimensión económica.

A continuación, Norma Falconi centró su presentación en tres partes: el proceso de formación del sindicato de trabajadoras del hogar y del cuidado y su funcionamiento, las reivindicaciones del sindicato y sus propuestas a las organizaciones, y el vídeo de una performance para hacer sentir la presencia de sus compañeras ausentes ese día. Sindillar se crea en 2011 con el objetivo desde el principio de ser un sindicato (y no una asociación) para interlocutar directamente con la administración, puesto que es la propia política del Estado la que induce a la economía sumergida y empuja a las mujeres migrantes a ocupar el trabajo del hogar como único nicho posible de actividad. La normativa que rige a las trabajadoras del hogar y del cuidado no las alimenta en derechos, sino que se los quita de forma extrema, y las deja en indefensión absoluta. En su crónica del proceso de formación del sindicato Falconi explicó que no querían interlocutar únicamente con la administración, sino también con ellas mismas en el seno del propio colectivo. Desde esta premisa celebraron en 2016 las jornadas Migróctonas con el objetivo de dialogar trabajadoras migrantes y autóctonas. En términos organizativos, el arte y la formación ocupacional son algunas de sus estrategias para visibilizar a mujeres desprovistas de derechos, dentro de un proyecto de autogestión, puesto que no reciben apoyo de la administración, con varias líneas de trabajo (cátering, téxtil y peluquería). Además, el sindicato realiza asesorías jurídicas y tiene una caja de resistencia para aquellas integrantes del sindicato que se encuentran en dificultades económicas. En referencia a sus reivindicaciones, Falconi abogó por la abolición de la expresión ‘servicio doméstico’ porque en conlleva una idea de servidumbre y reivindicó hablar, alternativamente, de trabajadoras del hogar. También remarcó la necesidad de traer al debate sobre los cuidados la Ley de Extranjería (LEx), puesto que el colectivo de trabajadoras del hogar está integrado en su gran mayoría por mujeres inmigrantes y atravesadas por esta normativa. La LEx obliga a las personas sujetas a la misma a tener un contrato de un año y 40 horas semanales para poder obtener el permiso de residencia, y el requerimiento de mantener ese contrato y una cotización permanente para renovar ese permiso. Algo que es muy difícil y en consecuencia las invisibiliza y margina. En cuanto al marco legislativo, además de la LEx, reivindican cambiar la normativa específica que regula su sector de actividad, actualmente no incluida en el régimen general de la seguridad social. La reforma de la normativa en 2012 no fue suficiente puesto que, entre otras carencias, no se prevé un salario mínimo ni un régimen de inspecciones (se da la paradoja de que la Constitución Española contempla el hogar, su lugar de trabajo, como un espacio privado). Para visibilizar esta situación y articular sus reivindicaciones, ocho organizaciones de mujeres trabajadoras del hogar han elaborado el documento “Reivindicaciones y propuestas de la red de trabajadoras del hogar y del cuidado”. La reivindicación fundamental es la eliminación del régimen especial de la seguridad social para las trabajadoras del hogar y su inclusión en el sistema general como las demás personas trabajadoras, porque de otra forma están excluidas de derechos como el de desempleo, el de maternidad, el de una jubilación digna o el de ser atendida por la sanidad desde el primer día de enfermedad. También reclaman que sea eliminado el desestimiento voluntario por parte de la persona empleadora, de facto un despido libre. Asimismo, reclaman al Ayuntamiento de Barcelona la puesta en marcha de una campaña de concienciación y sensibilización a la sociedad sobre la importancia y el valor de su trabajo, y a las administraciones en general que no pueden escudarse en que la LEx no es de su competencia y que hagan uso de mociones y otras medidas de presión. Para concluir esta intervención se reprodujo el vídeo de una performance de calle realizada por Sindillar en el Centre d’Arts Santa Mònica, en el contexto de las Jornadas Migróctonas 2016, donde denunciaron su situación de invisibilidad y precariedad, buscando compartir sus experiencias como mujeres inmigrantes y trabajadoras del hogar.

Javier Barbero empezó su turno de palabra remarcando la importancia de recuperar la dimensión política del cuidado. Explicó que en octubre de 2015 plantearon con Ahora Madrid el modelo de ciudad, y que un modelo no es solamente la planificación urbana, sino también cómo nos queremos relacionar y las dinámicas de vínculo entre las personas que la habitan en tanto que vulnerables, dependientes, receptoras y proveedoras de cuidados. Desde este enfoque el proyecto ‘Madrid, ciudad de los cuidados’ persigue resituar la dinámica de cuidados más allá del hogar y de las instituciones y recuperar la dimensión comunitaria. El proyecto busca crear comunidades de personas empoderadas y corresponsabilizadas con lo que le pasa a la gente de su distrito, de su barrio, de su comunidad más inmediata. El gran reto de este enfoque es cómo pasar de lo micro a lo macro, cómo llegar a una ciudad que trabaje estas cuestiones. Asimismo, un proyecto que aborde la reorganización de los cuidados debe poner sobre la mesa la dimensión de conflicto que está presente también y de manera importante en esta actividad. No puede haber cuidados si no hay derechos, tanto de las personas que cuidan como de las que son cuidadas. No puede haber una ciudad de los cuidados si no se garantizan los derechos humanos, y hay unos mínimos exigibles, como no permitir que haya ningún desahucio sin salida habitacional, o no permitir exclusiones del sistema sanitario. Concretamente, las cuatro claves del proyecto ‘Madrid, ciudad de los cuidados’ son la transversalidad, la hibridación, la personalización y la comunitariedad. La transversalidad supone asumir que todas tenemos responsabilidad en los cuidados, por lo que el proyecto apela a distintas concejalías. La hibridación implica que las instituciones públicas tienen la obligación de escuchar y actuar conjuntamente con la sociedad civil y con sus colectivos, por ejemplo con Yo Sí Sanidad Universal o con la PAH. Personalización significa que los cuidados no se han de quedar solo en el mundo de las ideas, sino tener concreciones prácticas para las personas. Por ejemplo, desarrollando programas que aborden la soledad no deseada. La cuarta clave, la comunitariedad, tiene como objetivo escapar del esquema mercantil  y generar comunidades de cuidados. Algunas de las medidas que está probando el Ayuntamiento de Madrid bajo estas cuatro claves son: 1) Cuidado en el espacio público, abriendo las puertas de las escuelas, con espacios pedagógicos alrededor de parques, calles y entorno; 2) Cuidado como fuente de empleo, abordándolo en base a la movilidad, alimentación, reciclaje y energía, siempre desde la dinámica de los cuidados; 3) Malestares y bienestares de la vida cotidiana, acompañando momentos y transiciones vitales críticas; y 4) Administrar con cuidado, basándose en la idea de que la institución (el Ayuntamiento) tiene que ser ejemplar y para ello impulsar un proceso de formación e identificación de distintos indicadores que nos permitan hablar de una institución que cuida en el día a día.

Ana Carolina Elías Espinoza cerró las intervenciones de la mesa en representación de SEDOAC (Asociación de empleadas del hogar Servicio Doméstico Activo), resumiendo en la palabra discriminación la situación del sector. Una discriminación que se despliega en varias dimensiones. En primer lugar, discriminación institucional, porque son el único sector que no tiene convenio colectivo, que tiene el despido más barato, que no está sujeto a inspecciones de trabajo efectivas y que no cuenta con una normativa de protección de riesgos laborales. En segundo lugar, discriminación social de la profesión, vinculado en el imaginario colectivo al servilismo, a la servidumbre, a hacer tareas desagradables, pero que sin embargo son muy importantes. Finalmente, discriminación de origen, dado que la mayoría de trabajadoras del sector son extranjeras. Así, el sector suma múltiples discriminaciones que precisamente explican por qué al Estado no le importa. Es en este contexto que se crea SEDOAC. Además de para luchar contra esta discriminación, la asociación nace como y ejerce de red de apoyo, sobre todo de mujeres migrantes. Trabajan principalmente en 4 áreas: empoderamiento de las mujeres (formación en derechos y contra el estigma de la vulnerabilidad); visibilización de los cuidados y su valor (gracias a las trabajadoras del hogar se ha retrasado en al menos 5 años la crisis de los cuidados en el Estado español); incidencia política; y trabajo en red con otras mujeres trabajadoras del hogar, así como con otras asociaciones, instituciones y organismos públicos y feminismos. En relación con esta última área Elías hizo alusión al encuentro entre el feminismo latinoamericano y el feminismo blanco, y de cómo se han empezado a construir espacios comunes. Dentro de estos espacios destacó el Primer Congreso de Empleo del Hogar y de los Cuidados en Madrid, organizado en coordinación con el Ayuntamiento de Madrid y la Plataforma Grupo Turín. Como conclusiones del congreso destacan: 1) la visibilización del empleo del hogar y de su importancia; 2) la ratificación del convenio 189 de la OIT como instrumento para dar paso a la equiparación de derechos; 3) la promoción del cooperativismo como forma de acceder a estas formas de derechos; 4) la necesidad de subvenciones y de apoyo a las asociaciones, destacando que desde 2008 nunca han podido tener una financiación propia para garantizar su viabilidad y solamente han logrado apoyos a través de otras asociaciones; y 5) la coordinación y colaboración entre todas las partes implicadas, fundamentalmente las personas empleadoras, y también sindicatos, OIT, ONG’s, etc. Para concluir su intervención, Elías trasladó en nombre de SEDOAC una serie de demandas muy concretas al Ayuntamiento de Barcelona: 1) una moción para instar al Estado español a ratificar el convenio 189 de la OIT, 2) la exigencia de asignación de subvenciones para el funcionamiento de las asociaciones de empleadas del hogar, 3) la fijación del 16 de junio como Día de las Trabajadoras del hogar en Barcelona, y 4) una campaña de sensibilización sobre el valor del empleo del hogar dirigido a toda  la sociedad.

Aquí podéis acceder a diversos contenidos audiovisuales de la jornada.[:ca]El passat 6 d’abril va tenir lloc al MACBA de Barcelona una jornada sobre economia feminista a on es van combinar ponències i taules rodones que van abordar l’acció institucional i les lluites socials en matèria de gènere. A continuació compartim una crònica-resum de la ponència inaugural del matí i de la taula sobre economia de les cures de la tarda.

Després de la inauguració institucional, la ponència inaugural sobre ‘Gènere i polítiques de la crisi econòmica a Europa’ va anar a càrrec de Johanna Kantola (Universitat de Helsinki). Kantola va articular la seva intervenció al voltant de la presentació del seu últim llibre, titulat Gender and the economic crisis in Europe. Politics, institutions and intersectionality (ed. Palgrave, 2017), en coautoria amb Emanuela Lombardo, de la Universitat Complutense de Madrid. El llibre analitza, d’una banda, les conseqüències que els canvis institucionals  de presa de decisions derivats de la crisi han tingut en termes de política d’igualtat de gènere, tant a nivell europeu com acotant als estats membre, així com recull experiències de lluita i resistència contra les polítiques conservadores, racistes i neoliberals que estan actualment a l’alça a Europa. En particular, el llibre es planteja tres preguntes: 1) com han canviat les institucions i polítiques de la UE durant la crisi, i amb quines conseqüències per la igualtat i la política de gènere; 2) com les polítiques, institucions, règims i debats de gènere s’europeïtzen als estats membre en temps de crisi; i 3) quin és el rol de la interseccionalitat i el gènere en les lluites anti-austeritat a la societat civil.

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Respecte als canvis institucionals i polítics a nivell europeu, durant la ponència es van esbossar algunes respostes

– Les polítiques d’austeritat tenen un clar impacte de gènere: afecten en particular a les dones i a les minories.

– Els documents de governança macroeconòmica de la UE utilitzen un llenguatge que mostra l’increment del control i de les sancions, la seva naturalesa no democràtica (i, en conseqüència, la dificultat d’intervenció, per exemple incorporant coneixements de gènere) i la restricció del rol dels governs.

– No existeixen objectius d’igualtat de gènere, és a dir, hi ha una falta generalitzada de gender mainstreaming a les institucions i les polítiques europees.

– Existeix una tendència generalitzada a l’estancament de les polítiques de gènere: no es generen directives ni s’assigna pressupost.

– Dins de la Comissió Europea hi ha hagut canvis en la presa de decisions polítiques respecte el gènere: s’assigna una nova prioritat al model de drets (a mode d’exemple, si bé abans estaven associada a la DG de Treball i drets socials, la política de gènere ara s’emmarca en la DG de Justícia).  En un context en el que es necessiten mesures proactives, probablement l’enfocament en drets no sigui suficient.

Les desigualtats existents disparen la pregunta de ‘crisi per qui?’: des de la perspectiva interseccional es reivindica que en el context de crisi potser estem prioritzant determinats col·lectius, ignorant la situació de permanent precarització (crisi) en la que es troben els col·lectius vulnerables, en particular determinats perfils de dones.

Respecte a l’europeïtzació de la igualtat de gènere, es van compartir algunes reflexions:

– L’impacte de la llei és diferent en cada estat membre, degut a la naturalesa diferenciada de la UE. Així, existeixen tant dinàmiques de convergència com de divergència en termes d’impacte de les polítiques europees als estats membre.

– A més, aquest impacte és depenent dels règims de gènere nacionals. En aquest sentit, al llibre es discuteixen els casos de països particulars: Espanya, Portugal, Regne Unit, Irlanda, Polònia i Finlàndia. Els casos il·lustren impactes diversos, com la crisi de la vivenda i dels serveis públics, i la desregulació del mercat laboral, així com tendències regressives en termes d’interacció de les polítiques europees anti-crisi amb altres projectes polítics, en particular amb el conservadorisme, el neoliberalisme i el racisme.

– Existeix una falta generalitzada de debat democràtic.

Respecte al gènere i a les lluites interseccionals, aquestes van ser algunes de les idees compartides:

– En aquesta relació existeixen tant tensions com oportunitats. D’una banda, el feminisme corre el risc de legitimar l’agenda neoliberal mitjançant les creixents formes de “feminisme de governança de la crisi”, centrades en el mercat. D’altra, la lluita interseccional pot reforçar els moviments feministes.

– Existeix una falta d’expertise econòmica entre els actors feministes d’alguns estats membre i de la UE, de manera que existeix un mur entre el llenguatge feminista i el dels discursos d’austeritat.

– S’està donant un debilitament del ‘triangle de vellut’ a nivell europeu en termes de l’aliança feminista estratègica entre acadèmiques i polítiques.

– Les lluites de les dones de les minories s’han fet mes difícils i invisibles, per diverses raons: les discussions sobre els efectes de la crisi prioritzen les experiències majoritàries, aquestes lluites desafien l’‘excepcionalisme’ de la crisi (una posició social precària és normal per les dones de les minories) i hi ha un increment del racisme manifest.

– Finalment, en un context de populismes d’esquerra i de dreta, cal preguntar-se quin és el rol de la igualtat de gènere i de la interseccionalitat.

La ponència va concloure abordant l’exemple de Finlàndia, país durament colpejat per la crisi i que ha patit al 2015 i 2016 l’aplicació de mesures d’austeritat lligades a la privatització de serveis públics com la sanitat. En aquest context, a més, s’està construint un ‘triangle de ferro’ interrelacionant neoliberalisme, conservadorisme i nacionalisme, tots ells projectes polítics clarament antagònics a les lluites feministes.

L’última taula de la jornada es va centrar en l’economia de les cures i va estar moderada per Sandra Ezquerra, directora de la Càtedra UNESCO Dones, Desenvolupament i Cultures de la Universitat de Vic-Universitat Central de Catalunya. Com a ponents, a més de la mateixa Sandra Ezquerra, van participar Laura Pérez, regidora de Feminismes i LGTBI de l’Ajuntament de Barcelona; Norma Falconi, activista i membre de l’associació Sindilla/Sindihogar; Javier Barbero, regidor de Salut, Seguretat i Emergències de l’Ajuntament de Madrid; i Ana Carolina Elías Espinosa, presidenta de l’associació SEDOAC, Servei Domèstic Actiu.

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Abans de donar la paraula a les seves companyes de taula, Sandra Ezquerra va elaborar un breu marc introductori sobre economia de les cures, centrat en tres idees. En primer lloc, va remarcar que, a diferència de les taules anteriors, centrades en introduir la perspectiva de gènere als diferents àmbits d’una vida econòmica que ja es reconeix com economia, al parlar d’economia de les cures el repte principal és el de convèncer a la gent de que les cures també són economia. Partint d’aquesta base diferencial, davant el biaix mercantil de les mirades econòmiques tradicionals, des de l’economia feminista es denuncia que l’activitat econòmica es focalitzi en el treball productiu remunerat i mercantil, tradicionalment considerat com a masculí. En segon lloc, l’economia de les cures reivindica allò no remunerat, allò no mercantil, des d’una mirada més àmplia i profunda de l’activitat econòmica. Finalment, l’economia feminista reivindica la vulnerabilitat i la interdependència, no com a situacions a evitar, sinó com inherents a la vida humana, remarcant la centralitat de les cures per la reproducció social i, per tant, econòmica.

Ezquerra va destacar dues premisses de partida de l’economia feminista crítica. La primera, que la relació entre esfera productiva i reproductiva és dinàmica i dialèctica, i això té dues conseqüències polítiques. D’una banda, que han d’abordar-se conjuntament i coherent. D’altra, que aquesta interrelació no és ni atemporal ni universal, sinó històricament específica i, en conseqüència, no és inevitable. En aquest sentit de la no inevitabilitat, Ezquerra va apuntar que malgrat el caràcter reaccionari de la crisi (en relació a l’escenari descrit a la ponència inaugural) hi ha espai i capacitat per propostes que vagin en la direcció contrària, aplicant aquesta doble mirada productiva i reproductiva. Efectivament, i com a segona premissa, el treball de diagnòstic i anàlisi que ve fent l’economia feminista, enriquit des d’altres disciplines, s’ha profunditzat amb la crisi, amb noves dades i teories. No obstant, ara toca passar de l’anàlisi a la proposta i elaborar de forma col·lectiva des de l’economia de les cures una agenda política que permeti actuar en clau propositiva i de transformació de l’organització social de la cura, centrada en la visibilització de l’economia invisible, la denúncia de les múltiples desigualtats que travessen l’organització de les cures, la reivindicació de la corresponsabilitat dels homes i de la societat en general, i la construcció d’aliances associades a diferents nivells competencials.

La construcció d’aquesta agenda política de transformació social de les cures va articular a continuació les diferents intervencions, des de diferents punts de vista i indrets, això és, des del carrer, els moviments socials  i les entitats (Norma Falconi, Ana Carolina Elías Espinoza) i des de les institucions (Javier Barbero i Laura Pérez). Aquesta diversitat de perspectives i espais d’acció i intervenció planteja reptes i dificultats, però també té molt de potencial.

El primer torn de paraula va ser per la Laura Pérez, que va parlar del procés de reflexió i debat en el que està immers l’Ajuntament de Barcelona al voltant de l’economia de les cures, en el context de la dificultat existent dintre del consistori per apropiar-se de les cures a l’interior de l’àmbit econòmic. Com a repte de la taula, va rescatar el d’una nova organització social de les cures des d’un enfocament transformador, això és, d’una forma equitativa i basant-se en valors i drets democràtics (tant de les persones cuidades com de les proveïdores de cures). Des d’aquest marc, Pérez va assenyalar els dos objectius principals que l’equip de govern municipal té en matèria de cures. El primer és reconèixer la cura com activitat central de la vida socioeconòmica de la ciutat. El segon, promoure la corresponsabilitat de tots els actors socials amb un paper a l’hora de garantir una cura digna i de qualitat. Això s’ha de fer des d’una altra mirada, transversal, que creui totes les mesures de govern en la direcció de reduir les desigualtats socials i de gènere que caracteritzen la provisió i recepció de les cures. A nivell municipal, aquests objectius es concreten en vàries mesures. D’una banda, cap a la visibilització de les cures: de la seva naturalesa, dimensió i paper. Amb aquest objectiu, Pérez va anunciar una sèrie d’accions que s’iniciaran al maig de 2017 encarades a engegar aquest debat social. Entre aquestes accions, hi haurà campanyes de comunicació, de treball amb les escoles, i d’elaboració d’indicadors i d’enquestes per comptabilitzar les cures. D’altra banda, mesures encaminades a reconèixer la cura, a donar-li valor i acompanyar a aquelles persones, majoritàriament dones, que l’estan proveint, des d’una perspectiva de corresponsabilitat pública per a millorar els serveis i crear altres de nous. En aquest segon bloc de mesures, va assenyalar la importància d’abordar els convenis, de modificar la legislació, la Llei d’Estrangeria, el règim de les internes, etc. Una sèrie de mesures normatives que, en tot cas, van més enllà del reconeixement per a poder concretar accions. Així mateix, va emfatitzar la necessitat de llançar missatges a l’empresa privada i va assenyalar la importància de la dimensió comunitària i la de tenir una presència pública a les esferes de les cures més enllà de la petita infància amb, per exemple, programes d’acompanyament a les persones grans. Finalment, Pérez va anunciar la publicació al maig de 2017 d’un diagnòstic de la situació de les cures a Barcelona, elaborat amb la finalitat de donar centralitat a la seva dimensió econòmica.

A continuació, la Norma Falconi va centrar la seva presentació en tres parts: el procés de formació del sindicat de treballadores de la llar i de la cura i el seu funcionament, les reivindicacions del sindicat i les seves propostes a les organitzacions, i el vídeo d’una performance per fer sentir la presència de les seves companyes absents aquell dia. Sindillar es creà el 2011 amb l’objectiu ja des del principi de ser un sindicat (i no una associació) per intelocutar directament amb l’administració. donat que és la pròpia política de l’Estat la que indueix a l’economia submergida i empeny a les dones migrants a ocupar el treball de la llar com a únic nínxol possible d’activitat. La normativa que regeix a les treballadores de la llar i de les cures no les alimenta en drets, sinó que els hi treu de forma extrema, i les deixa en indefensió absoluta. En la seva crònica del procés de formació del sindicat, Falconi va explicar que no volien interlocutar únicament amb l’administració, sinó també amb elles mateixes en el si del seu propi col·lectiu. Des d’aquesta premissa es van celebrar el 2016 les jornades Migròctones amb l’objectiu que les treballadores migrants i les autòctones dialoguessin. En termes organitzatius, l’art i la formació ocupacional són algunes de les estratègies per visibilitzar a les dones desprovistes de drets, dins d’un projecte d’autogestió, donat que no reben suport de l’administració, amb vàries línies de treball (càtering, tèxtil i perruqueria). A més, el sindicat realitza assessories jurídiques i té una caixa de resistència per aquelles integrants del sindicat que es troben en dificultats econòmiques. En referència a les seves reivindicacions, Falconi va advocar per l’abolició de l’expressió ‘servei domèstic’ perquè comporta una idea de servitud, i va reivindicar parlar, alternativament, de treballadores de la llar. També va remarcar la necessitat de portar al debat sobre les cures la Llei de Estrangeria (LEs), donat que el col·lectiu de treballadores de la llar està integrat en la seva gran majoria per dones immigrants i travessades per aquesta normativa. La LEs obliga a les persones subjectes a la mateixa a tenir un contracte d’un any i de 40 hores setmanals per poder obtenir el permís de residència, i el requeriment de mantenir aquest contracte i una cotització permanent per renovar aquest permís. Una cosa que és molt difícil i, en conseqüència, les invisibilitza i margina. Quant al marc legislatiu, a més de la LEs, reivindiquen canviar la normativa específica que regula el seu sector d’activitat, actualment no inclòs al règim general de la seguretat social. La reforma de la normativa al 2012 no va ser suficient degut a que, entre d’altres carències, no es preveu un salari mínim ni un règim d’inspeccions (es dóna la paradoxa de que la Constitució Espanyola contempla la llar, el seu lloc de treball, com un espai privat). Per visibilitzar aquesta situació i articular les seves reivindicacions, vuit organitzacions de dones treballadores de la llar han elaborat el document “Reivindicaciones y propuestas de la red de trabajadoras del hogar y del cuidado”. La reivindicació fonamental es l’eliminació del règim especial de la seguretat social per les treballadores de la llar i la seva inclusió al sistema general com les demés persones treballadores, perquè d’altra manera estan excloses de drets com el d’atur, el de maternitat, el d’una jubilació digna, o el de ser ateses per la sanitat des del primer dia de malaltia. També reclamen que sigui eliminat el desistiment voluntari per part de la persona ocupadora, de facto un acomiadament lliure. Així mateix, reclamen a l’Ajuntament de Barcelona la posada en marxa d’una campanya de conscienciació i sensibilització a la societat sobre la importància i el valor de la seva competència i que facin ús de mocions i d’altres mesures de pressió. Abans de donar el pas a la següent intervenció es va reproduir el vídeo d’una performance de carrer realitzada per Sindillar al Centre d’Arts Sant Mònica, en el context de les jornades Migròctones 2016, on van denunciar la seva situació d’invisibilitat i precarietat, buscant compartir les seves experiències com a dones immigrants i treballadores de la llar.

Javier Barbero va començar el seu torn de paraula remarcant la importància de recuperar la dimensió política de la cura. Va explicar que a l’octubre de 2015 van plantejar amb Ahora Madrid el seu model de ciutat, i que un model no és únicament la planificació urbana, sinó també com ens volem relacionar i les dinàmiques de vincle entre les persones que l’habiten, en tant que vulnerables, depenents, receptores i proveïdores de cures. Des d’aquest enfocament, el projecte ‘Madrid, ciudad de los cuidados’ persegueix ressituar la dinàmica de les cures més enllà de la llar i de les institucions, recuperant la dimensió comunitària.  El projecte busca crear comunitats de persones empoderades i corresponsabilitzades amb el que li passa a la gent del seu districte, del seu barri, de la seva comunitat més immediata. El gran repte d’aquest enfocament és com passar d’allò micro a allò macro, com arribar a una ciutat que treballi aquestes qüestions. Alhora, un projecte que abordi la reorganització de les cures ha de posar sobre la taula la dimensió del conflicte que està present també, i de forma important, en aquesta activitat. No pot haver-hi cures si no hi ha drets, tant de les persones que cuiden com de les que són cuidades. No pot haver-hi una ciutat de les cures si no es garanteixen els drets humans, i hi ha uns mínims exigibles, com no permetre que hi hagi cap desnonament sense sortida habitacional, o no permetre exclusions del sistema sanitari. Les quatre claus del projecte ‘Madrid, ciudad de los cuidados’ són la transversalitat, la hibridació, la personalització, i la comunitarietat. La transversalitat suposa assumir que totes les persones tenim responsabilitat a les cures, per la qual cosa el projecte apel·la a diferents regidories. La hibridació suposa que les institucions públiques tenen l’obligació d’escoltar i actuar conjuntament amb la societat civil i amb els seus col·lectius, per exemple amb Yo Sí Sanidad Universal o amb la PAH. Personalització significa que les cures no s’han de quedar únicament en el món de les idees, sinó que han de tenir concrecions pràctiques per a les persones. Per exemple, desenvolupant programes que abordin la soledat no desitjada. La quarta clau, la comunitarietat, té com a objectiu escapar de l’esquema mercantil i generar comunitats de cures. Algunes de les mesures que està provant l’Ajuntament de Madrid sota aquestes quatre claus són : 1) Cures a l’espai públic, obrint les portes de les escoles, amb espais pedagògics al voltant dels parcs, carrers i entorn; 2) Cures com a font de treball, abordant-la en base a la mobilitat, l’alimentació, el reciclatge i l’energia, sempre des de la dinàmica de les cures; 3) Malestars i benestars de la vida quotidiana, acompanyant moments i transicions vitals crítiques; i 4) Administrar amb cura, basant-se en la idea que la institució (l’Ajuntament) ha de ser exemplar, i amb aquest objectiu impulsar un procés de formació i identificació de diferents indicadors que ens permetin parlar d’una institució que proveeix cures en el dia a dia.

Ana Carolina Elías Espinoza va tancar les intervencions en representació de SEDOAC (Asociación de empleadas del hogar Servicio Doméstico Activo), resumint en la paraula discriminació la situació del sector. Una discriminació que es desplega en vàries dimensions. En primer lloc, la discriminació institucional, perquè són l’únic sector que no té conveni col·lectiu, perquè té l’acomiadament més barat que qualsevol altre sector, no està subjecte a inspeccions de treball efectives i no compta amb una normativa de protecció de riscs laborals. En segon lloc, discriminació social de la professió, vinculada en l’imaginari col·lectiu amb el servilisme, amb la servitud, amb fer tasques desagradables però que, no obstant, són molt importants. Finalment, la discriminació d’origen, donat que la majoria de les treballadores del sector són estrangeres. Així, el sector suma múltiples discriminacions que precisament expliquen perquè a l’Estat no li importa. És en aquest context que es crea SEDOAC. A  més de per lluitar contra aquesta discriminació, l’associació neix com i exerceix de xarxa suport, sobretot de dones migrants. Treballen principalment en 4 àrees: apoderament de les dones (formació en drets i contra l’estigma de la vulnerabilitat); visibilització de les cures i del seu valor (gràcies a les treballadores de la llar s’ha retardat en almenys 5 anys la crisi de les cures a l’Estat espanyol); incidència política; i treball en xarxa amb altres dones treballadores de la llar, així com amb altres associacions, institucions, organismes públics i feminismes. En relació amb aquesta última àrea, Elías va fer al·lusió a la trobada entre el feminisme llatinoamericà i el feminisme blanc, i de com s’han començat a construir espais comuns. En el marc d’aquests espais va destacar el Primer Congreso de Empleo del Hogar y de los Cuidados a Madrid, organitzat en coordinació amb l’Ajuntament de Madrid i la Plataforma Grupo Turín. Com a conclusions del congrés destaquen: 1) la visibilització del treball a la llar i de la seva importància; 2) la ratificació del conveni 189 de la OIT com a instrument per donar pas a l’equiparació de drets; 3) la promoció del cooperativisme com a forma d’accedir a aquestes formes de drets; 4) la necessitat de subvencions i de suport a les associacions, destacant que des de 2008 no han pogut tenir un finançament propi per a garantir la seva viabilitat i que solament han obtingut suport a través d’altres associacions; i 5) la coordinació i col·laboració entre totes les parts implicades, fonamentalment les persones ocupadores, i també sindicats, OIT, ONG’s, etc. Per concloure la seva intervenció, Elías va traslladar en nom de SEDOAC una sèrie de demandes molt concretes a l’Ajuntament de Barcelona: 1) una moció per instar a l’Estat espanyol a ratificar el conveni 189 de la OIT; 2) l’exigència d’assignació de subvencions per al funcionament de les associacions de treballadores de la llar; 3) l’establiment del 16 de juny com Dia de les Treballadores de la llar a Barcelona; i 4) una campanya de sensibilització sobre el valor de l’ocupació a la llar, dirigida a tota la societat.

Aquí podeu accedir a diversos continguts audiovisuals de la jornada.[:]

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